La evolución de la lencería ha propiciado también que prendas de
interior se luzcan en el exterior, como sucedió en su día las camisetas
o, más recientemente, los corpiños y corsés. Además de sus funciones
básicas a lo largo de los años ha adquirido valores sociales
importantes.
La historia de la ropa interior se remota a unos orígenes tan
ancestrales que es complicado realizar una datación fidedigna. Así, se
estima que las camisas de lino interiores ya existían en 1360 a. C.
después de que el faraón egipcio Tutankamón
portase una en su tumba. Al parecer los primeros tejidos en los que se
elaboraba la primitiva ropa interior eran el cuero, el lino y el
algodón.
Entre las diferentes culturas precursoras del uso de ropa interior destaca la grecolatina. Desde el punto de vista mitológico, Homero ya narraba en sus escritos cómo Afrodita cedió el ceñidor con el cual esculpía su bella figura a Hera para la reconquista de Zeus.
